El Crecimiento demográfico desmesurado creara ciudades superpobladas inhabitables en 20 años.

De aquí al 2030, un 60% de la población mundial vivirá en zonas urbanas, el doble de gente que en 1950, y un 22% más que en 2003, señala el Programa de la ONU.  Para entonces, y si no se toman las medidas necesarias, el aire de estos lugares será irrespirable.

Se estima que cada año en el mundo, 60 millones de personas se mudan a las ciudades y áreas urbanas, más de un millón de personas cada semana. En la actualidad, el 70% de los habitantes de los países en vía de desarrollo viven en el campo, mientras que sólo un 30% vive en ciudades. En el 2030, esta proporción se invertirá, con la consecuente superpoblación en las zonas urbanas.

De hecho, en el año 2005, se alcanzó un hito en la historia de la humanidad: por vez primera la mayoría de la población de nuestro planeta residía en las ciudades. El planeta contará ya para 2015 con 23 ciudades con una aglomeración de más de diez millones de habitantes, contra las 19 que teníamos en 2000. Un 80% de estas ciudades gigantes se encontrarán en los países en vías de desarrollo, tal y como ocurre actualmente

El desafío radica por tanto en construir urbes que puedan hacer frente a su superpoblación, Ciudades más saludables, que ahorren energía y agua y que puedan responder más rápidamente a situaciones de emergencia. Supone un nuevo comienzo del desarrollo humano, uno más sostenible y respetuoso con el medioambiente.

Para tener éxito, será necesario construir:

-        1- Ciudades con sistemas inmunológicos más saludables. Para disminuir el peligro de expansión de las enfermedades, por el incremento en la densidad de población. Para evitar las pandemias, los hospitales, escuelas, ayuntamientos y lugares de trabajo deberán detectar mejor, rastrear y prevenir infecciones, como la de la gripe A. Internet emergerá como una herramienta de información médica anónima que cada vez contendrá más datos que permitirán a la gente conocer y evitar ciertas enfermedades. 

 2-  Edificios con diseños que imitarán a los organismos vivos.

Hasta ahora, los edificios han sido construidos con sistemas de calor, agua, alcantarillado y electricidad independientes entre sí. La tecnología de las nuevas construcciones hará que éstas funcionen como organismos vivos capaces de detectar y responder rápidamente para proteger a sus habitantes, ahorrar en recursos, y reducir las emisiones de carbon.

3-    Coches y vehículos que  no funcionen con combustibles fósiles.

4-  Sistemas más inteligentes de gestión del agua y de la energía. Las ciudades habrán de afrontar el incremento exponencial de la demanda de agua (que se espera se multiplique por seis en los próximos 50 años).